Buenos resultados de los cadetes

Los atletas del Hinaco Monzón tuvieron una actuación muy destacada este fin de semana en el Campeonato de España cadete, que se disputó en Lugo.

Lo más destacado fue la actuación de Fernando Meler, quien completó un excelente fin de semana. El sábado, en las semifinales de su prueba, los 300 metros, batió su marca personal, con un crono de 37,81, que además le valió para meterse en la final del domingo.

Y ayer, volvió a mejorar su marca personal, y con un gran tiempo de 37,74 alcanzó el quinto puesto y se quedó a menos de dos décimas de la medalla de bronce. Como aseguraba su entrenador, Álvaro de Pano, "ha hecho una muy buena competición, y el que sea capaz de decansar entre la semifinal y la final quiere decir que compite muy bien. Ha hecho un gran campeonato y tiene mucho mérito".

En los 100 femeninos, Mireia Oliver, cumplió las expectativas y con 13,40, mejor marca personal, logró pasar dos rondas eliminatorias, por lo que su entrenador, aseguraba que se había cumplido el objetivo de acumular experiencia en este tipo de competiciones de alto nivel y que el papel estaba muy bien para ser atleta de primer año.

Irene Ferrando participó en los 600 metros, donde tropezó mientras competía en las semifinales y sufría una caída que le dejó sin ninguna opción de meterse en la final. Además, se lesionó en la muñeca y estará más de dos semanas sin poder entrenar. De todas formas, Álvaro, su entrenador, también quería sacar el lado positivo de esta desgracia, "está bien que compita y vaya adquiriendo experiencia, también de cosas malas, porque eso enseña a saber qué hacer y qué no en este tipo de carreras para no volver a repetir errores".

Su hermana Ana, en el 1000, hizo una gran semifinal, con marca personal, de 3,05 minutos, que le valió para meterse en la final. En la última carrera, disputada en la tarde de ayer, otra vez la mala suerte hizo acto de presencia. Tras una carrera muy táctica, donde nadie se decidía a tirar, en la contrarrecta de la última vuelta atacó una atleta, y Ana se fue detrás, con tan mala suerte de que fue empujada por detrás, y al echar las manos hacia adelante para no caer, derribó a la atleta que precisamente había atacado. Esto la dejó bloqueada, por lo que no esprintó y finalmente fue octava.

El entrenado Álvaro De Pano, sacaba sus conclusiones "le debe servir como experiencia, para aprender que en la pista no hay amigos y más si no es culpa tuya. Tenía que haber disputado ese final, pero al menos le servirá para aprender, aunque no haya tenido un buen resultado".